Y en ese entonces mis pasos mareados
jugaban al dominó,
y mi voz temblaba de insomnio,
se mezclaban con la pálida sombra de la copa de vino del arrepentimiento
con un cigarrillo en el borde.
Es que a veces,
uno avanza sin darse cuenta y es ahí,
en ese punto,
en ese momento transitorio del acelere en el que la cautela se jode el tobillo...
Al fin y al cabo sigo aturdida...
pero este no,
este no es el momento para andar mostrandosé debil.
Carolina
3 comentarios:
Ay, lo ambiguo, que puede terminar con un folk dos o con un cuchillo entre las costillas...
(:
A no mostrarse débil Peperina, nono.
Un gusto recibir tu visita, el sauce ya llora menos ;)
Un beso!
Habías subido esto alguna vez a tu fotolog? Tengo el vago recuerdo de esas palabras...
En fin...
Abrazos...
Publicar un comentario