jueves, 8 de abril de 2010

ANDO RETROCEDIENDO EN CHANCLETAS... basta de las vueltas violentas de tuercas che!... encima la humedad... olor a humedad, respirar humedad por todos lados, en mi pelo hay humedad y olor a café,
eh?... si, en jarrita, caliente por favor, y dos nueces...
nueces por favor

.

ALL YOU NEED IS LOVE ♥

(y dáaaale, apurate ché)

miércoles, 24 de febrero de 2010

ZOCACOLA


A mí me gustan las cosas simples, como a Libertad, prefiero escuchar y mirar;

Los colores a la monotonía, la risa de la gente en la calle que la televisión, la música a los ruidos molestos y a los gritos, conocer gente linda y llena de sabiduría,
el tango al llanto, el mate amargo al vino, las burbujas, reflejarme en las burbujas, reírme entre las burbujas y pincharlas, salpicándome la boca con el jabón, ver a los perros de la calle tomando sol en invierno, sentir el frío en el pecho, da sensación de que vivís, 
prefiero el olor a madera, a sahumerio y a libros, me gustan los chicos que van despeinados por la vida y tocan canciones poetizas de pequeñas historias de sus barbas y camisas grandes. Me gustan los pañuelos de colores, hacer muecas, reírme de todo, abrazar, las caricias, mirar con lupa, caminar, la lluvia tarareando a Piazzola, ver fotos, hablar por el ventilador, sacarme las cascaritas de las lastimaduras, el olor a fósforo que se prendió, andar descalza, andar en bici, los caramelos media hora (los viejos) aunque a la mayoría le parezcan asquerosos, sonarme y sonar los dedos de las manos, aprender a cocinar, la espuma del café, el café dulce, el chocolate amargo, las nueces y las almendras.

Y las charlas más interesantes en lugares menos pensados, a veces hablar con desconocidos es lo mejor que te puede pasar, como el viejo que siempre fuma en la esquina y canta boleros, o canciones de charles aznavour, a veces la gente no es tan jodida como parece.

lunes, 25 de enero de 2010

Bancate ese defecto: confesando locuras


Me como las uñas, veo películas raras para algunos,

siempre ando descalza,

siempre ando despeinada,

prendo muchos sahumerios,

no me gusta ordenar la pieza,

no me gusta el vino porque le siento gusto a uva podrida,

no me gusta ver televisión,

no le presto atención a mi teléfono,

me gusta mirar el cielo, el pasto

y lo que vive en el,

las hormigas como jugando en una montaña rusa

en algún yuyo,

me gusta cantar, pero canto mal,

jugar a que soy actriz,

contar que me cuenten historias,

el agua, las nueces,

siempre estoy masticando chicle,

me gustan los discos.

No sirvo para las matemáticas,

me aburre la gente complicada y de mal humor,

no leo revistas,

no me gusta el fútbol,

me asusta la lluvia a la noche y no miro películas de terror.

Digo malas palabras y tomo cerveza,

nunca me gustó la escuela y me cuesta hacer amigos.

Odio las novelas y que se me despegue la etquetita del encendedor.

Siempre que cruzo alguna vía levanto los pies,

el horóscopo me parece una tontería

y jamás escucho el pronóstico del tiempo.

Siempre hago las cosas a último momento

y soy desordenada.

Los domingos me parecen agobiantes y lloro como una pelotuda.

No me gusta como suena mi risa ni como hablo.

No me gusta hablar de mi,

ni que me digan lo que tengo que hacer.

A veces me gusta cocinar, aunque no lo hago bien.

No me gustan los juegos de cartas no de verdad por mentira,

no me gustan los boliches ni su música sin sentido.

No me gusta que me revisen las cosas no tolero a los celosos.

Me gustaría vivir en España,

conocer Francia y Portugal,

pasar año nuevo en Rio,

no me llevo bien con mi país.

Me gusta reirme de todo.

Me gusta Frank Sinatra, Alain Delon

Benicio del Toro y Jude Law,

siempre quise ser una chica Almodovar,

alguna vez voy a aprender a tocar el piano.

Los domingos siempre termino viendo Les Luthiers,

quiero aprender a hablar francés y comprarme perfumes.

Soy complicada y autosuficiente,

me gusta estar un poco loca

y no me gustaría cambiar.

Y escribí esto... no sé, capaz para no olvidarme quien soy.

Escucho música brasilera,

guardo plata en el paquete de las toallitas,

se me hinchan los pies,

y me pongo colorada siempre,

me gusta saber curiosidades sin importancia,

como recén!... que leí que las orejas no paran nunca de crecer,

cuando hablo me voy por las ramas, vivo en las nubes,

y me cuesta decir : te quiero.

No sé acariciar y me siento patética por tener mala memoria.


VOILÁ!


viernes, 20 de febrero de 2009

estado ambiguo


Y en ese entonces mis pasos mareados

jugaban al dominó,

y mi voz temblaba de insomnio,

se mezclaban con la pálida sombra de la copa de vino del arrepentimiento

con un cigarrillo en el borde.


Es que a veces,

uno avanza sin darse cuenta y es ahí,

en ese punto,

en ese momento transitorio del acelere en el que la cautela se jode el tobillo...

Al fin y al cabo sigo aturdida...

pero este no,

este no es el momento para andar mostrandosé debil.



Carolina

viernes, 7 de noviembre de 2008

En los cuartos rincones de la telaraña de mi impaciencia
vigila ásperamente la gran cobardía,
rema en los mares del insomnio acalambrado.
Y el desasociego es un velo el la basurita del ojo del tiempo que vamos ganando.

Carolina Peperina.
Me dí cuenta que el sol había salido
porque el fondo del vaso me encandiló,
en este último tal vez,
empieze a desparramar mis sin sabores.
Mientras tanto...
hagamos de cuenta
que sigo haciendo de tu campana,
y entre telas y lilas trato de aliviar tu caja de pandora.
Como en granos de arenas pasadas eh?...
Al final,
terminan convirtiendosé en karma y cuchillos inoxidables.

martes, 28 de octubre de 2008

Tendré los ojos muy lejos... y un cigarrillo en la boca


La lluvia que azota la baldosa floja en la esquina de cuarto menguante de tu boca,

las manchas apiladas de las batallas perdidas,

la risa del cenizero de la mesa de luz,

las colillas y el polvillo me hacen burla en este momento.

El hueco de tus ojos,

los varios sahumerios consumidos,

las agujas de arena,

los libros apilados

y la conciencia ajena.


Tomé hasta sin modos,

lo sé...

y mi cabeza está en otro lado,

no es egoísmo,

es amor.


Es mi puta valentía de querer jugar con las cartas marcadas,

de hacer ruleta rusa con desesperación,

de que solamente tu voz sea luz para mí.

De que vos seas luz,

y de estar harta de las lágrimas de acuarelas.


Carolina Peperina